domingo, 10 de junio de 2012

LIBRO: MÚSICA PARA LEER: My Favorite Things-Conversaciones con John Coltrane

LIBRO: MÚSICA PARA LEER:
My Favorite Things-Conversaciones con John Coltrane
                                        
Edición de Michel Delorme.
Trasucción de Isabel Muñoz.
108 Páginas.
Publicado por Alpha Decay-Alpha Mini.
Cápsulas literarias portátiles de lectura instantánea.
Mayo 2012
ISBN: 978-84-92837-50-2.

Contenido:

- Nota del Editor.
- Introducción de Michel Delorme.
- Entrevista con John Coltrane (1962).
- Hacía la composición (1963).
- “No puedo llegar más lejos” (1965).
- Carta a Don DeMichael.



Después de escuchar de forma repetida este álbum [el disco Coltrane, publicado en el año 1962 por Impulse]. Siento que cualquier comentario aquí sería innecesario. Después de todo, John Coltrane y sus músicos tienen algo que decir musicalmente y los verdaderos amantes del jazz entenderán la música sin necesidad de ninguna explicación”. Con estas palabras se refería Bob Thiele, productor de las sesiones de grabación para el disco Coltrane, y que aparecían para acompañar a los temas que Coltrane y su cuarteto llevaron a cabo en el año 1962.

Palabras y pensamientos muy similares encontramos en el libro My Favorite Things-Conversaciones con John Coltrane en la nota del editor, cuando señala la anécdota del crítico Nat Hentoff al tener que llevar a cabo unas notas para la funda de un disco de  Coltrane: “Al principio, Coltrane era reticente a hablar de su música. Lo llamé y le dije que me habían pedido que escribiera un texto para la funda de uno de sus nuevos discos. Él me respondió: <<Espero que te hayas negado. Si la música no se sostiene por sí misma, ¿de qué sirve?>>, y como una nueva etapa en un ritual, yo le dije: <<Pero, John, es mi trabajo>>, y entonces él, que es un buen tipo aceptó: <<De acuerdo, ¿qué quieres saber?>>”. Tal y como se puede comprobar el propio Coltrane era parco a la hora de hablar de música, debido a que él era música y lo demostraba de forma sobrada en sus largos y ardientes solos que llevaba a cabo en sus actuaciones.

Estas son algunas de las reflexiones que podemos encontrar en el libro publicado por la editorial barcelonesa Alpha Decay, My Favorite Things-Conversaciones con John Coltrane (título por cierto muy desafortunado con respecto al original “Je pars d´un point et je vais le plus loin possible”, que se refiere a la propia afirmación de Coltrane “es simplemente en el transcurso de mis improvisaciones cuando intento aventurarme lo más lejos posible” (página 60). El libro recoge tres entrevistas que llevó a cabo el periodista de jazz Michel Delorme aprovechando la presencia de Coltrane en Francia. Estas entrevistas se realizaron con la colaboración de Jean Clouzet en 1962 (Entrevista con John Coltrane) para la publicación Les Cahiers du Jazz, aunque editada el nº 8 del 4º trimestre de 1963; y de Claude Lenissois (“No puedo llegar más lejos”) en 1965 para la revista Jazz Hot en su nº 212, septiembre de ese mismo año. La entrevista “Hacía la composición” también fue publicada en la revista Jazz Hot. Así mismo, se acompaña una carta firmada por John Coltrane en 1962 y dirigida a Don DeMichael, director en aquellas fechas de la afamada revista Down Beat.

La lectura de este libro en formato “mini” (10,5 x 10), más pequeño que los autodenominados libros de bolsillo, hará las delicias de los aficionados y seguidores de Coltrane, aunque también sabrá a poco, a consecuencia que el mismo se lee en un espacio de tiempo muy corto. Pero a pesar de todo ello servirá para conocer la opinión de Coltrane en unos años importantes en su labor creativa, años 1962 a 1965. Se podrá obtener conocimiento de la opinión que Coltrane tenía a cerca del paso de Eric Dolphy por su grupo “Él era perfecto. Es el único solista que me ha satisfecho por completo” (pag. 42), así como el desarrollo de figuras de la talla de Ornette Coleman. Opiniones respecto a la larga duración de sus solos, “Mi forma de tocar se pliega difícilmente a las limitaciones de tiempo. Mis ideas deben desarrollarse naturalmente en un largo solo. No puedo hacer gran cosa respecto a eso; hay que aceptarlo.” (pag. 44)

También será posible encontrar entre otras opiniones respecto a la elección del instrumento para tocar, si saxo tenor o soprano, la posibilidad de hacer un disco con cuerdas, o la posibilidad de tocar con dos contrabajistas o de su preocupación por la composición de nuevos temas para su cuarteto. Pero llama muy especialmente la atención la opinión de Coltrane respecto al tema de porque en su grupo todos los integrantes del mismo eran de color, “A mi modo de ver, ese problema de sensibilidades enfrentadas [en referencia a si una sensibilidad blanca sería incapaz de adaptarse a la forma musical de Coltrane] no es una cuestión de razas, sino que tiene que ver con los individuos. No conozco los criterios susceptibles de diferenciar a un músico blanco de un músico negro; tampoco creo que existan. Si un hombre conoce bien su instrumento, si siente el género de cosas que hacemos y le gusta nuestra música, no hay más problema y podrá tocar con nosotros sin dificultad” (págs 46 y 47). Sin duda alguna toda una declaración de intenciones.

Un pequeño gran libro que se recomienda y que no debería pasar desapercibido, y que aporta pensamientos de uno de los músicos más relevantes de la historia del jazz.

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